domingo, agosto 29, 2004

Os voy a curar a todos, ¡degenerados! 

Hace unos días fui al Corte Inglés a buscar un libro sobre experiencia de usuario y cual fue mi sorpresa, cuando, en el frontis de la estanteria de libros de informática, me encuentro con una joyita: "Comprender y Sanar la Homosexualidad". ¡Toma ya! Me giré mientras me decía a mi misma que había leido mal. Pero no, el libro de marras, es real y dice lo siguiente:

En este libro se abordan preguntas sobre las causas de la atracción hacia las personas del propio sexo y acerca de cómo se puede pasar de ser homosexual a ser heterosexual. Este texto –que recoge los testimonios de muchas personas que han logrado realizar esa transición- resultará iluminador y abrirá un horizonte de esperanza para aquellas personas que han buscado durante mucho tiempo una orientación para comprender y sanar su propia vida o la de alguien cercano

Según Cohen, el autor del libro, la atracción por el mismo sexo es una respuesta defensiva frente a conflictos actuales o una reacción frente a un trauma infantil sin resolver, buscando dar satisfacción a necesidades homoemocionales insatisfechas para así, compensar la falta de cariño de los del mismo sexo, quizá un padre ausente, quizá unos compañeros crueles... ¡vete tu a saber!

Solo estoy de acuerdo en una frase:
"No hay nada gay (alegre) -señala Cohen- en el estilo de vida homosexual. Está lleno de tristezas y, muy a menudo, consiste en una búsqueda interminable de amor a través de relaciones de co-dependencia".

Por regla general, la vida social de un homosexual no es facil. Dos de mis mejores amigos son homosexuales: el primero es un chico alto, guapo e inteligente que a pesar de sus virtudes, trata de encontrar un novio en el sentido más clasico de la palabra; el segundo tiene pareja estable y es una persona importante en su terreno laboral, pero lucha cada día por "normalizar" su vida. Ambos tienen exactamente los mismos sueños, esperanzas e inquietudes que yo o que cualquier hombre heterosexual. Son exactamente iguales, pero siguen peleando por una integración social de verdad. Lo más triste es que mientras existan individuos que piensen como Cohen, que mis amigos son unos enfermos, seguirá siendo cierto que "No hay nada gay (alegre) en el estilo de vida homosexual".

Mientras, yo seguiré meditando cómo es posible que yo no sea lesbiana si cuando yo era pequeña y mi madre me peinaba, me rompia los cepillos en la cabeza porque no me estaba quieta. Hmm.. ¿será por eso que me gusta Madonna? ¡Voy corriendo a comprarme el libro curativo! (¿por qué no lo venderán en las farmacias?)

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miércoles, agosto 18, 2004

Wordpress mola! 

Creo que ya lo tengo decidido, Frenopaticas se va a mudar a Wordpress. He estado probando Blogthing, para aquellos que quieran utilizar WordPress sin tener que instalárselo y con todo-todito-todo de gratis. De momento me gusta mucho más de lo que me gustó MT en su momento. Por si alguno os animais y queréis ver el resultado, he creado un moblog (al que le auguro poco tiempo de vida) para experimentar con la herramienta. Por el momento no está nada personalizado, pero si os pasais en unos días veréis los cambios.

Y ya que la cosa va de técnica, voy a ampliar la lista de enlaces de Frenopáticas y a añadir XFN. XFN es el acrónimo de 'XHTML Friends Network' y sirve para representar las relaciones entre personas usando los enlaces de una página web y gracias al Creador de XFN 1.1 no hay que esforzarse mucho.

Supongo que "puntuar" o calificar mis enlaces me va a provocar unos pocos quebraderos de cabeza de esos que les surgen a una pareja de novios cuando hace la lista de invitados a la boda: "Si invitamos a Fulano, ¿cómo no invitar a Sotano?. Y si invitamos a Sotano, ¿qué hacemos con Mengano?". Pero a menudo visito blogs con listas interminables de enlaces que ni tan siquiera visitan y que un día pusieron allí por compromiso. Sería agradable que cuando entro en un blog y me gusta, poder adivinar cuales son realmente los blogs que lee su autor, por si encuentro otro parecido.

¿Os animáis a extenderlo?

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martes, agosto 17, 2004

Los modernos me persiguen pero yo voy más rápido 

En mi facultad, Bellas Artes, el alumnado se dividía en dos grupos: los modernos y los normales. Lejos de lo que pueda parecer, el término moderno, no tiene la misma acepción que le daría la simpar Alaska. En este caso, ser moderno nada tenía que ver con la famosa época de la Movida o con la Generación X, ni con cualquier otro intento de clasificar un movimiento social o cultural. En este caso, ser moderno o normal podía equivaler a ser de los que se duchan o de los que no. Aunque he de reconocer, que conocí modernos muy limpios, pero eran los menos.

Los modernos siempre han estado relacionados con la intelectualidad, únicamente porque siempre han estado más preocupados por parecer intelectuales que por ser intelectuales. En mi caso, durante un tiempo (breve, muy breve) estuve navegando entre dos aguas y tuve que aguantar que mi compañera de piso, al verme con una chica de las normales me dijera: "¿cómo puedes ir con eso?". Eso era una chica que por ideología y gustos se parecía a mi amiga la moderna mucho más que yo, pero como su apariencia no lo decía...

Los normales íbamos a clase, currábamos y justificábamos nuestros trabajos. Los modernos se quedaban en el bar porque era allí donde se inspiraban y a final de curso presentaban una performance donde se ponían en pelotas y se restregaban una cebolla. Éxito total. ¡Cuánta sensibilidad! Claro, los normales como nos gusta estar integrados en la sociedad, nunca podríamos aspirar a eso porque para hacer Arte hay que llevar vida de artista.

Afortunadamente, a media que iban pasando los cursos, los modernos que en principio eran mayoría, iban cayendo y en quinto eran cuatro gatos. Cuando dejé la facultad creí que los perdería de vista, pero no. Están por todas partes y en la blogosfera tienen un caldo de cultivo excelente.

El otro día, viendo un programa de cortos en la tele (porque los normales también vemos y hasta hacemos cortos) una de mis amigas me preguntaba porqué tenían todos ese aspecto. Le expliqué: "En realidad, se preocupan mucho más que tu, pero tratan de que no lo parezca. Fingen desaliño para demostrar que no se preocupan por cosas banales como el aspecto, porque así no pierden el valioso tiempo que pasan discurriendo porqué hace 8 años que no se depilan las axilas". En ese momento, el cortometrajista que esta hablando en la tele, no recuerdo bien, pero soltó una frase del tipo: "cuando era pequeño me hacía pis en la cama, de ahí que mis trabajos tengan ese tono amarillo y sean tan rancios". Eso me vino al pelo, para explicarle a mi amiga otra característica de los modernos: convertir algo trivial de su existencia en algo importantísimo para demostrar "mira que interesante soy que me interesan todos los detalles". Ya ves, yo también tengo esas dudas existenciales cuando llega el sábado por la noche y no sé si ponerme la minifalda de leopardo o la de tigre, ¡¡pero yo luego no lo posteo!!

Ah! y lo mejor es el empleo de léxico: es muy importante para todo buen moderno, emplear vocabulario en desuso como infame, gañán, etc. Lo que no tengo muy claro cual es el criterio a seguir, porque nunca oí a una moderna decir: "anoche salí a la fresca con mi vecina" o "Fulanito es mi pretendiente". ¿Vamos a recuperar la riqueza del castellano? Recuperémoslo todo, no solo lo que suene cool, que tan castellano es el que se empleaba en la películas de Buñuel como el de las de Ozores.

Pero bueno, por más que me he esforzado en entenderlos, todos mis intentos han sido en vano y es que yo siempre parto de la premisa de que cuando alguien se esfuerza tanto en demostrar a los demás lo (inteligente, culto, interesante...) que es, realmente trata de demostrárselo a sí mismo, porque ni él mismo se lo cree.

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martes, agosto 10, 2004

No me beso porque no llego 

Es posible que durante el último día, algunos os encontraráis con un redireccionamiento a una página de hosting al entrar en Frenopáticas. Pues no, no me ha dado por vender hosting ahora, simplemente, que como siempre voy a-mata-caballo, tenía trozos de código por eliminar de los miles de sistemas de comentarios que han pasado por aquí.

El caso, es que he llegado a casa y mi padre me da la buena nueva: "te han redireccionado Frenopáticas a una página de hosting". Y como ya soy perro viejo, porque Mi libro de arena me lo hackearon al poquito de nacer, me he puesto histérica. He republicado el index y ná. Poco a poco me ponía más nerviosa. He abierto el Msn con la esperanza de encontrarme a algún informático; he posteado en el foro de Bitacoras.com, pero nada de nada. Hasta me he dicho: "Es agosto, son las 3 de la tarde. No hay nadie. Estás sola, así que piensa". Y oye, era de cajón, la verdad, pero hace unos meses me habría costado dar con ello.

Os lo aviso, estoy aprendiendo SQL, VB.NET y ASP.NET. Programadores, ¡¡temblad!! ¡Que hemos llegado las chicas!

Por cierto, no hace mucho descubrí que Haloscan, es gratuito y va muy bien, pero... (siempre hay un pero) cuando los comentarios llevan un tiempo se borran. Y eso, yo, que soy de las que aún guardo sms en el movil de hace 3 cumpleaños, lo llevo fatal, así, que estoy pensando en pasar Frenopáticas a MT o a Wordpress a falta de encontrar un sistema de comentarios gratuíto y decente. Para aquellos que me habeis enlazado, siento las molestias, si me decido al cambio os lo recordaré. Mientras, ¿alguien tiene alguna sugerencia mejor?

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viernes, agosto 06, 2004

Muchas gracias 

Me juré que no postearía sobre el tema, porque me daba mucho pudor explicar que hoy es mi cumpleaños como si esperara felicitaciones, pero me he sentido en la obligación para dar las gracias a todos los bloggers que me han felicitado (imagino que gracias a Orkut). Gracias especiales a Xavi por ser el primero ;)

Justo ayer me enteré que una de mis compañeras de clase en EGB ya era abuela. Hoy cumplo 30 y empiezo la introducir cosas en mi vida como la crema antiarrugas (la anticelulítica hace mucho que me acompaña y sin éxito) y creo que soy una afortunada porque mi vida sigue siendo la misma que cuando era una adolescente. Y eso es gracias a mis padres que me mantienen y, a Nerea, Paco, Cristina y tantos otros que me dan alegría de vivir.

Muchas gracias a todos!!

Offtopic: Manuel, cómo te lo has currado... ¿Cómo no vas a ser el favorito de la Sultana?

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lunes, agosto 02, 2004

Conversaciones de sábado noche 

Las dos caras de una misma moneda.

De cómo las apariencias no engañan.
Restaurante Phileas Fogg, 23:30. Un grupo de 7 chicos y chicas de edades comprendidas entre los 25 y los 35. Todos hablan a la vez (Los comentarios entre paréntesis son míos).
ELLA 1:
- ¡Estoy harta de los gabachos! No te lo puedes imaginar. ¡El café lo toman mirando a la calle! (¡cómo es posible! ¡qué osados! Me quedé con las ganas de preguntarle donde dice el protocolo que hay que mirar cuando uno toma café)
- La bicha ésta, está buena ¿eh? (Era una vieira. ¿Donde decías que eran las clases de cortesía en la mesa?)
ELLA 2:
- Yo ahora peso 50 kilos, pero cuando estaba con Alejandro, pesaba 60 kilos y tan contenta. Yo era la más. Y antes, cuando trabajaba de camarera, era un bombón, un auténtico bómbon: El Bombón Valenciano. (Se debe llamar Valor de apellido, porque los bombones Valor son valencianos o será porque hay que tener valor que para afirmar eso en público). Pero claro, luego empecé mi carrera y... Ahora que estoy en el Corte (el Corteinglés se entiende) pues otra vez. Es super importante arreglarse (claro, con 60 kilos de peso no se puede dar un buen trato a los clientes).

De cómo las apariencias sí engañan.
Discoteca Warhol, 4:30 am. Ella una pseudopija muy arreglada, él un pseudoindie muy desaliñado.
EL: - Sigues siendo como Ana Rosa (Quintana). Me pareces una tía muy guapa, muy simpática y muy amable, pero...
ELLA: - (Se ríe) ¿Pero? ¿Estás vacía?
EL: - No, es que tienes un rollo como muy superficial.
ELLA: - Ya (Se ríe) Si me conocieras te sorprenderías. Superficial, ¿porque me arreglo?
EL: - Es que es como si solo vivieras para el sábado por la noche.
ELLA: - (Muerta de la risa) Pues nada más lejos de la realidad. Salgo en gran parte por obligación. (¿Cómo puede alguien salir por obligación?)
EL: - Yo sé que no soy tu tipo. A ti te gustan morenos, guapos y altos.
ELLA: - Ah! ¿sí? Pues tu siempre me has parecido muy atractivo (el chico en cuestión era rubio, rubísimo). Además, yo creo que tu me has visto con un moreno, pero ni era alto, ni espectacular (el rubio tampoco lo era).

Pasa el rato y él se dedica a convencerla de que siempre ha estado loco por ella y, ella está de lo más divertida porque no deja de reírse. Dos horas después, cuando cierran el local, se despiden.

EL: - Desde hace tres años solo salgo para verte. Me gustaría quedar un día y hablar.
ELLA: - Vale, pues ya nos veremos.
EL: - Yo no voy a salir más (viejo y sucio truco para conseguir una cita).
ELLA: - ¿Porqué?
EL: - Porque no. Dame tu número y nos vemos un día.
ELLA: - Vaaaale. Apunta.
EL: (- Apunta el número que ella le da en su móvil y se queda mirandola como tonto) ¿Y...?
ELLA: - ¿Qué pasa?
EL: - Pero, ¿qué nombre pongo?
ELLA: - ¡Joder! Mal, muy mal. ¿De verdad que no sabes mi nombre?
EL: - Tía no te pongas así, se me olvida el nombre de todo el mundo, hasta de mis amigos.
ELLA: - Sí, claro. Ana Rosa, pon Ana Rosa. (Se da media vuelta y se va. Quedándose el chico profundo y con gran vida interior con dos palmos de narices).

Si es que hay algunos, que son de libro.

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