jueves, septiembre 30, 2004

Conocimiento, Felicidad y Libertad. 

Hoy me voy a salir de la línea editorial de Frenopáticas, pero como la editora soy yo, me puedo permitir el lujo. Así que a vosotros, los que me leéis, solo os queda la opción de seguir leyendo si os interesa el tema, o darle a la x de la esquina superior derecha de vuestro navegador, lo cual sería una pena porque sé que muchos de los que habitualmente me leéis podéis proporcionar feedback interesante. No obstante, quiero dejar claro que solo se trata de un arrebato y que este tipo de post no es más que una excepción que difícilmente se repetirá.

Realmente este post es abierto. Siempre redacto por deformación profesional de los guiones que he escrito, con la misma estructura: presentando el tema, desarrollando el nudo (los argumentos) y dejando una conclusión final. Hoy me voy a saltar todos esos pasos porque no tengo conclusión o creo no tenerla, así que solo trato de llevaros a la reflexión conmigo, si es que os apetece y si es que soy capaz de emplear los mecanismos adecuados para ello.

¡Y ya está bien de justificarme! Al grano: hoy he comido con una amiga de estudios a la que hacía mucho que no veía. Es una de esas personas con una personalidad muy desarrollada y que nunca te provocan indiferencia. Yo le contaba de un amigo que se siente controlado por su entorno y eso le hace estar irascible en momentos puntuales. Mi amiga le dió completamente la vuelta al planteamiento. Me explicó que ese control venía de un gesto de amor por parte de los supuestos acosadores y que sólo él se sentía perseguido. Era una percepción distorsionada o limitada de la realidad.

La conversación continuó y fue muy enriquecedora, pero en ese punto, cuando ella me hizo ver el error de percepción de mi amigo, recordé un debate que mantienen Pat y Titelo en sus respectivas bitácoras. Todo esto (y una conversación con mi santa madre) me ha hecho plantearme si el conocimiento, la educación y la cultura, hacen más felices a las personas. Obviamente, cuanto más conoces las cosas, más las dominas y más sencillo te resulta enfrentarte a las adversidades que se puedan presentar, pero, independientemente de eso, creo que un mayor conocimiento de las cosas aumenta tu nivel de exigencia, lo cual hace que necesites un mayor número de estímulos para lograr tu felicidad.

Mi prima hablaba ayer del auge de la telebasura y es que no falla, oímos telebasura y empezamos a despotricar porque está bien visto, porque nos convierte en más manipulables limitando nuestro espíritu crítico o por lo que sea. Personalmente, devoro tanto telebasura como también consumo comida basura y no por ello dejo de disfrutar con la cocina más sana y elaborada.

Es necesario fomentar el espíritu crítico de las personas, pero esa responsabilidad no es de la televisión, ni tan siquiera es algo que se desarrolle leyendo el manido y sobado "Código da Vinci". Se supone que sin una formación adecuada no tendrás los recursos necesarios para elegir quien quieres ser o qué quieres hacer y se supone que se nos debería brindar a todos la oportunidad de elegir. Partimos de la premisa de que la libertad es algo bueno, la misma palabra tiene una connotación positiva, pero ¿nos hemos planteado si las personas quieren elegir? Seguro que más de uno si tuvieran libertad no sabrían que hacer con ella.

Muchas personas no saben enfrentarse a sus problemas y prefieren mirar a otro lado. ¿Estamos siendo justos con ellos si no hacemos más que constatarles que tienen un problema? No lo tengo tan claro. Lo que sí tengo claro es que cada persona es un mundo, que no todos pensamos igual, que no todos razonamos igual, que no todos percibimos igual y que no todos sentimos igual. Lo que es bueno para nosotros no tiene porqué serlo para los demás. Es ahí donde está la verdadera diversidad, esa palabra tan de moda que todo el mundo usa tan mal.


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lunes, septiembre 27, 2004

Mi media naranja 

A Frenopáticas tal y como lo conocéis le quedan pocos días de vida, así que este es uno de esos momentos en los que nos vemos obligados a hacer balance de los resultados obtenidos, pero eso no voy hacerlo público aún.

Recuerdo que a los pocos días de nacer Frenopáticas, descubrí que no era la única. Mi gozo en un pozo. Le envié un mail diciéndole no-recuerdo-qué y no obtuve respuesta. Ahora, repasando la historia de este mi blog (parezco Juan Cuesta), he descubierto que tengo una media naranja, aunque realmente se trate de un medio limón, porque a mi no me gusta el Rol, ni las rubias vestidas solo con flores ni, decididamente, encajo en el Heavy Metal.

Iba a darme al alcohol, pero el fin de semana queda lejos aún, así que lo mismo sigo un buen consejo y vuelvo a leer. Pero ¿cómo hago para llevarme esto a un parque en la hora de la comida? Hmm... si lo mío nunca fue ni la química, ni la física, ni la magnética.

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martes, septiembre 21, 2004

Glosario automovilistico 

Listo: dicese de aquellos conductores que se consideran más listos que el resto y que acostumbran a demostrarlo en aquellas circustancias en las que se forman colas. Si hay tres carriles, dos de ellos son para continuar en el mismo sentido y uno de ellos es para cambiar de dirección, el Listo siempre se saltará la cola por el carril de al lado y al llegar al principio de la cola, tratará de hacerse un hueco, pensando que es más listo que los demás (porque siempre lo piensan). Su hábitat perfecto es la cola para entrar en el parking del CorteInglés. La espécie más pura de esta fauna, además, acostumbra a adelantar por la derecha en la autopista.

Lelo: el que deja pasar al Listo. Están por todas partes y no parecen fáciles de exterminar.

Apalancado: dicese de aquel conductor que cuando circula por una autovia de dos carriles, siempre va por el carril de la izquierda, desde que entra en la autovia hasta que sale, independientemente de que no esté adelantando a nadie. Si la autovia es de tres carriles o más, circulará siempre por el carril central. Son las presas perfectas para el Listo.

Acomodador: dicese del conductor que gusta de iluminar al conductor que lleva delante con ráfagas de luz para indicarle el camino, SU camino. Si el conductor de delante va a 140 Km/h y la velocidad máxima es 120 Km/h, da igual, este tipo de conductor siempre lleva un coche mejor que el tuyo (cualquiera lleva un coche mejor que el mio) y tiene la obligación de ponerlo a 200 Km/h para amortizar el gasto de la compra. La variante más radical de esta especie acompaña las ráfagas de luz con el intermitente de la izquierda, algunos incluso, ponen el intermitente nada más salir y no lo quitan hasta llegar a su destino. Popularmente se hace referencia a ellos como "¡mira! Uno en servicio de urgencias".

Frenador: dicese del conductor que no asistió a la autoescuela el día que explicaron que gracias a la resultante de la suma entre la fuerza de la gravedad y fuerza del rozamiento con el aire y el suelo, en el momento que sueltas el acelerador, ¡el coche frena! Los acompañantes de este tipo de conductores sufren de contracturas cervicales por los golpes continuados con el reposacabezas.

Machote: dicese de aquel conductor que viendo que está siendo adelantado por una mujer, acelera. Si la mujer logra adelantarle, el Machote sufrirá una metamorfosis a Acomodador, para que, una vez haya conseguido adelantar a la mujer, volver a mutar pero esta vez a Apalancado.

¡Ay! Y aún hay quien dice que "mujer al volante, peligro constante", pero mientras yo seguiré pagando menos por mi póliza del seguro.

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jueves, septiembre 09, 2004

Ante todo, mucha calma 

Eso es algo que he aprendido hace poco y que les diría por ejemplo a los de GH6. Y es que es tan fácil que se te suba "el pavo" en determinadas circunstancias...

Hace unos meses tuve un ataque de ego, aunque hay que tener en cuenta que yo pertenezco a lo que la astrología clasifica como leo y todos los leo somos extremadamente narcisistas y vanidosos, así que yo contaba (y cuento, que lo sigo siendo) con una buena materia prima para que en el momento que confluyeran todas las circunstancias necesarias, me creyera que era capaz hasta de caminar sobre las aguas como el mismísimo Jesucristo. Pero la vida es justa o al menos yo así lo creo, y de vez en cuando te da ciertos toques que te reconducen o te replantean cosas. Eso me pasó a mi, me dieron un par de palos y todo hizo plof.

Siempre me hizo gracia ver a famosos, famosillos y famosetes que explicaban tener los pies en el suelo (yo los tenía sobre las aguas) porque no entendía cómo era posible que tuvieran que justificar eso, y ahora sin embargo, entiendo mucho mejor cómo se sienten todos aquellos que han tenido un éxito rápido.

Afortunadamente para mí, he aprendido la lección: que siempre es bueno tener un cierto miedo-respeto a cualquier tarea que nos enfrentemos y que por muchas ganas que le pongas, igual las cosas no salen como esperas.

Y ahora, después de dos meses de aquello, llego un día al bloglines y veo que Mi libro de Arena tiene más suscriptores que otros autores a la que yo considero MUY grandes. Y vengo a Frenopáticas y veo con sorpresa cómo ha aumentado el número de visitas, de comentarios y de bloggers que me recomiendan y me repito:
Ante todo, mucha calma
Ante todo, mucha calma
Ante todo, mucha calma

Gracias por todo el feedback que me proporcionáis.

¿Alguién quiere un autógrafo? :-)
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